lunes, 23 de abril de 2018

Contra todos los pronósticos

    Hoy es miércoles, tenemos programada una pesca para el sábado pero casi todos los pronósticos dan lluvia para los próximos 10 días aproximadamente, comenzando por una gran lluvia el viernes y luego intercalando entre lloviznas y tormentas para los demás días, pero notese que digo "casi" todos los pronósticos porque hay uno, el del querido windgurú, que da lluvias para el viernes y para los próximos días pero no da lluvias para el sábado en Villa Paranacito, por lo tanto decidimos agarrarnos de esa esperanza y seguir adelante con la salida programada. Ya jueves, y con pronostico de tormenta para mañana, decido palear un rato en el jardín para proveerme de un puñado de lombrices antes que la lluvia torne pegajoso el barro imposibilitando la tarea.  Llegó el viernes, por la mañana ya empiezan las preguntas "¿que hacemos?", "¿se suspende?", "gordo, fijate el windgurú" , la cosa está igual, firme en su decisión Windgurú sige con "lluvia para hoy, nublado para mañana", ya fué!!, puede ser la ultima salida de la temporada así que vamos o vamos, decimos mientras llueve cada vez mas fuerte.
No puedo dormir, la maldita lluvia no da tregua y como estoy escaso de lineas  me pongo a preparar algunas y a atar anzuelos para matar el tiempo hasta las 3 de la mañana, por fin el reloj marca las 3:10,  en media hora me pasaban a buscar Garo así que comienzo a preparar el equipo de pesca, la carnada, el hielo, la bebida , los salamines, el queso y el pan para la picada.  Cargamos todo bajo una leve llovizna que no quiere parar y pasamos a buscar primero a Gonzalo y luego a Mauro para completar el "Puercateam". Poco pasan de las 4 cuando cruzando la ciudad por la 9 de julio se largó un poco más fuerte todavía,"lindo día para la pesca" se comenta a cada rato en forma de broma.  Llegamos a Zárate, ya no llueve y la calzada está cada vez mas seca, lo que nos da esperanzas de que el windgurú esté en lo cierto.  Villa Paranacito acusa el cartel, dándonos la bienvenida, no llueve pero el barro del camino nos  cuenta que la noche anterior lo había hecho, la niebla todavía no se disipa, lo cual es bueno porque en la jerga del pescador si hay niebla es porque no hay viento y el día promete ser muy bueno.  Primer parada la boca del Martínez para sacar algunos bagres que sirvan de carnada, cuando ya tenemos el "super balde-flotante" lleno, decidimos probar primero en un lugar que queda a solo 200 o 300 metros de donde estamos pero donde las 2 ultimas  veces tuvimos buen resultado, y en 10 minutos fondeamos en el lugar de pesca, el salamín cortado en cubitos empezó a rendir con las bogas, que dicho sea de paso, estaban con mucha fuerza y pegaban unas corridas espectaculares.  Si bien el día está nublado, no hace nada de frío, incluso en un momento sale el sol y nos obliga a despojarnos de nuestros abrigos, aunque unas nubes amenazan constantemente en el horizonte y nos mantienen en alerta por si debemos juntar rápido para buscar algún reparo de la tormenta,  entre boga y boga Mauro pesca raya marrón con pintas color naranja,  que si bien no es una rareza, es la primera vez que vemos una en persona y son hermosas.  La corriente del río es tan suave que hasta el momento el ancla es mas bien un adorno, ya que el cabo de la misma flota junto a la embarcación sin tensión alguna, y digo hasta el momento porque se levantó un poco de viento, muy suave, pero que comenzó a girarnos enredando todas la lineas que tenemos en el agua, el problema se solucionó colocando una segunda ancla en la popa para quedar en la posición ideal hacia la cancha de pesca. La hora del almuerzo se nos presentó con una picada de salamín y queso que acompañamos con empanadas y unos buenos vinos .  Como es costumbre al mediodía, se corta el pique y Garo aprovecha para deleitarse con su infaltable siesta hamacado por el suave vaivén de las pequeñas olas.  Parece que los peces también se fueron a dormir la siesta pero un pique sorprende en la caña de Mauro y con la energía y majestuosidad que solo ese pez puede tener, salta del agua permitiendo al sol reflejarse por un instante en su brillante lomo, el tigre de los ríos, un dorado, la sola presencia de esta hermosa especie nos alegra el día porque ya estamos terminando abril y deberían río arriba buscando aguas mas templadas pero se ve que el calor inusual para la época aún los mantiene por la zona, sin perder tiempo preparo una caña con equipo un poco mas pesado y le encarno un bagre entero por si hay alguno grande dando vueltas.  El grande no aparecíó aunque esa linea tuvo varias corridas, pero no puedo ser, por lo que seguimos la tarde abocados a la picada y el vino, sacando de tanto algunas bogas, hasta que por fin siento una llevada violenta que paro en seco a media corrida y logro clavar un lindo doradillo que me alegra el día.  Ya bajando el sol decidimos acercarnos hacia la guardería pero con la intención de relevar una zanja que parece prometer algunas taruchas, levamos anclas y partimos, pero al llegar vemos que nos ganaron de mano y el lugar está ocupado, así que volvemos a la boca del Martínez y hacemos los últimos intentos sin resultado alguno, pero disfrutando de un hermoso atardecer en el río que se grabará para siempre en nuestras retinas.



























Varias pescas en Villa Paranacito

Solo fotos sin texto, imaginen lo bien que a pasamos...