martes, 25 de noviembre de 2008

PARA SABER

Hola! Me llamo Pablo, tengo un año y medio de edad, aunque no sé que significa eso. Lo que sí sé es lo que siento cuando se me cae el sonajero, cuando entre las sábanas se me pierde mi osito de peluche. Es tal mi desesperación que lloro y grito muy fuerte para que mis padres me oigan y acudan en mi auxilio. ¡Qué angustia! Esos sí son problemas delicados.
¡Hola! Soy Pablo, tengo siete años, me gusta jugar fútbol. El mes pasado me saqué un 10 en matemáticas y adivinen que me compraron: una pelota profesional. Yo era el niño más feliz del mundo. Todo era felicidad hasta hoy, porque mi pelota se rompió y mi madre me dijo que no va a volver a comprarme otra porque no sé cuidarlas. ¡Qué angustia! Esos sí son problemas complicados.
Hola! Qué tal ! tengo 14 años, me llamo Pablo Sierra. Alguna vez se han puesto a pensar ¿quien eres tu? ¿porqué nací aquí? ¿qué será de mi futuro? ¿Porqué soy yo y no tú?. En realidad me doy cuenta que con tantas cosas en qué pensar, la vida se va haciendo más difícil y de que francamente es imposible descifrar los enigmas de la vida. Qué angustia!. Estos si son problemas complicados.
¡Hola! ¿Cómo estás? Me llamo Pablo y voy cumplir la grandiosa cantidad de 18 años. Reprobé cuatro materias y creo que estoy perdido. Soy un fracaso, no sirvo para nada. No quiero pensar en esa mirada de mi padre al ver mis calificaciones. Sus ojos van a parecer los de un león furioso. Y eso no es todo: creo que lo que me tiene peor, es esa chica que conocí hace un tiempo. Creo que estoy enamorado de ella, pero ni me mira. No sé que hacer, no sé que decir, no sé como actuar. Esta vida no vale nada ¡cómo me gustaría ser niño otra vez, volver a tener esa edad en que uno no tiene problemas! ¡Qué angustia! esos sí son problemas complicados.
Buenas tardes, soy el Lic. Pablo Sierra. La empresa donde trabajo no me paga lo que en realidad me merezco. He estudiado toda una vida ¿Y esto es lo que recibo? ¡No es posible! Con esta crisis que nos ahoga a todos y con este gobierno corrupto que tenemos, me estoy hundiendo en la desesperanza. Ya no soy tan feliz como cuando era adolescente; entonces no tenía preocupaciones, no tenía responsabilidades. ¿Qué problemas podía tener? Tenía casa, comida, ropa, todo resuelto. Mi única obligación era estudiar, les diré una cosa: prepárense para el futuro porque está lleno de problemas complicados. ¡Qué angustia!.
Mucho gusto, soy Pablo Sierra Rivas, Doctor en Derecho. Soy padre de familia. No es fácil serlo, aunque de mis hijos no me puedo quejar. A la que no soporto es a mi esposa. No es la misma que conocí hace 18 años. ¡Bendita edad! Se construyen castillos en el aire, se sueña con ser millonario, famoso, o con triunfar en una carrera profesional. Ahora todo es diferente; la vida es más dura de lo que parece en realidad y estoy sintiendo una gran angustia al no poder hacer nada por cambiarla. Definitivamente, estos sí son problemas complicados.
¡Ya soy abuelo! Mi nieto se llama Pablo, como yo. Gracias a Dios nació saludable. ¡Qué suerte tendría si pudiera disfrutarlo con salud! Si yo la tuviera, sería el hombre más feliz del mundo, haría tantas cosas que no puedo hacer... Caminaría por el parque de la mano de esa bendita mujer que tengo hace más de 40 años, jugaría con mi nieto a la pelota, viajaría de vez en cuando con el dinero que logré reunir y que ahora se me va en medicinas. ¡Qué lástima que la vida sea tan angustiosa y yo esté lleno de problemas! ¿Qué pasa? No sé donde estoy. Sólo veo una luz, el resto es obscuridad. Hace un tiempo dejé de vivir, pero sigo existiendo.
Tarde me di cuenta de que la vida es más sencilla de lo que parece, de que en realidad estuve muerto en vida, quejándome de todo, sintiendo que la vida era sufrimiento. No entiendo porque me preocupaba por un sonajero o por una pelota rota. ¡Qué importaba que debiera cuatro materias o todas las materias! ¿Por qué le tenía miedo a esa chica que llegó a ser mi esposa y que sólo de viejo supe valorar? ¿A quién diablos le importa el costo de la vida o el gobierno? ¿Por qué me preocupaba tanto por mi salud cuando en realidad podía haber disfrutado de muchas cosas de todos modos? Lo más importante era que estaba vivo, tenía sueños y esperanzas. Yo mismo me impuse el peor castigo: No vivir la vida. Tarde me di cuenta de que en realidad no existen los problemas complicados; tarde me di cuenta de que el secreto de una vida plena es vivir intensamente cada momento; tarde me di cuenta de que el secreto es aprovechar cada día y ser feliz con lo que se tiene.

POR SI NO SE DIERON CUENTA LA PALABRA FUNDAMENTAL EN ESTE RELATO ES "TARDE". POR FAVOR !! QUE NO SE LES HAGA TARDE A USTEDES, DISFRUTEN CADA MOMENTO, NO EXISTEN LOS PROBLEMAS COMPLICADOS, ELIGE SIEMPRE COMO QUIERES VIVIR TU VIDA Y NO QUE SEA ELLA LA QUE ELIGE POR TI.


Despues no digan que no avisé.

Rodrigo.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Otra vez Ibicuy















Esta vez pensabamos visitar las cavas que se encuentran en el camino que va desde Ibicuy a Mazaruca, enormes piletones donde se sulen pescar tarariras, y de paso probar suerte en esta última ciudad que ninguno de nosotros conocía.










Pero al llegar a Ibicuy nos enteramos que las cavas estaban vacias producto de las pocas lluvias de los últimos meses, y las noticias sobre Mazaruca no eran las mejores, un pescador de la zona dio aviso que el pique no era el mejor y que la zona estaba demasiado sucia y por consecuencia con "mucho enganche". Entonces decidimos no perder mas tiempo y repetir el pesquero de nuestra última salida.








Llegamos a primera hora y para las 7:00 de la mañana ya estaban las lineas en el agua encarnadas con corazón y lombriz, a los diez minutos ya teníamos nuestras primer boguita a la que siguieron unas cuantas palometas que a pesar de su tamaño suelen dar una interesante pelea.










Como de costumbre al mediodía el pique muy bajo, aunque siempre presente, y´aumentando a medida que entraba la tarde. Esta vez nos quedamos con las ganas de los doradillos, pero fué una pesca mas que entretenida de bogas, palometas, paties y algun que otro bagre.










En resumen, si bien las piezas no son de gran porte, se asegura un entretenido día de pesca, siempre con la espectativa de clavar alguna que otra sorpresa.