lunes, 25 de enero de 2010

La Azulada.

Después de dos meses de no tocar una caña ya se nos estaban volando los pajaritos, así que decidimos salir a pescar, la gran pregunta era ¿a dónde? Ya que estaba todo inundando, los ríos fuera de cauce, con el agua sucia, y ni hablemos de la corriente, pero en fin, cuando uno quiere ir a pescar, QUIERE IR y no importa CÓMO ni DONDE, dado que en todos los lugares que buscaba en internet la pesca era casi nula, decidimos no pensar mas y salir hacia Zarate para no hacer demasiados kilómetros, cabe aclarar que en un principio éramos 6 o 7 pescadores y que todos los cobardes se fueron bajando de la salida y terminamos yendo solo mi hermano, mi hijo y quien les narra.
Sábado, 4 am, suena el despertador y reprimo las ganas de explotarlo contra la pared, me encanta la pesca pero esos segundos antes de levantarte son terribles, logro conectar el cerebro con el cuerpo, me visto y hago lo mismo con Tomy que aún está dormido, es una escena que llega a dar lastima y dan ganas de dejarlo durmiendo, pero si no lo llevo me mata. Desayunamos y mientras lo hacemos percibo el olor del café que de madrugada tiene otro sabor porque ese aroma anuncia, como lo hiso siempre, que nos vamos de pesca. Rápidamente tiramos los bártulos en la caja de la chata y con el mate y los biscochos en la mano salimos rumbo al puente Zarate Brazo Largo, hacemos la parada obligada para comparar carnada y seguimos hasta bajar el primer puente donde doblamos a la derecha pasando por debajo del mismo y comenzamos a recorrer el camino de tierra que bordea el canal Irigoyen , el panorama no es el mejor, ya que todos los camping por los que pasamos están cerrados, pero ya estamos acá, así que decidimos seguir para adelante, en busca de algún lugar donde tirar la caña. Fue así como llegamos al camping El Ángel pero al entrar descubrimos que hay demasiada gente y volvemos al camino para ver si encontramos otro más adelante, 15 min después llegamos al camping La Azulada donde sus dueños nos reciben de maravilla y nos hacen sentir como en casa, claro que además de los dueños nos reciben unos 2 millones de mosquitos y tenemos la oportunidad de poner a prueba el OFF de color verde que supera mis expectativas, los mosquitos vuelan a nuestro alrededor pero ninguno se atreve a pararse sobre nosotros (lo recomiendo), de todas maneras media hora más tarde los dueños fumigan todo el lugar por lo que no vemos un solo mosquito hasta las 20hs.
Una vez instalados armamos rápidamente los equipos y lanzamos con varas de 3,5m hasta la mitad del canal, cosa no funcionó en todo el día, pero si se da el pique a unos 10m de la costa, con lo cual si bien los portes son pequeños nos entretenemos todo el día, la pesca del día fue 1 patí, 2 boguitas, 7 doradillos, 8 bagres, un pez que no conozco y mojarras como para hacer dulce, al mediodía hacemos una pausa para prender un fuego y cocinar unas hamburguesas (como no le teníamos mucha fe al tiempo no nos arriesgamos al asadito) y seguimos disfrutando de un día espectacular hasta que cayó el sol y nos marcó la hora de la partida.

En resumen, salimos con el peor de los pronósticos y como no podía ser de otra manera terminamos disfrutando un día único y a tan solo 90 km de bs as.

Se los recomiendo

Me despido con un abrazo y los dejo con las fotos...



Saludos.