viernes, 29 de octubre de 2010

Villa Paranacito

Otra vez en la ruta, esta vez con toda la familia, decidimos aprovechar el feriado del 12 de octubre para conocer otro rinconcito de nuestro país, en esta oportunidad se trata de Villa Paranacito un pintoresco pueblo ubicado a la margen del río que le dio su nombre, para llegar a ella tomamos Panamericana, ramal Escobar, Complejo Zarate Brazo Largo, luego de cruzar ambos puentes ya pisando la provincia de Entre ríos recorremos la ruta 12 hasta la ruta 46 que nos lleva directo a la ciudad.

La idea era salir bien temprano, pero con dos niños pequeños “temprano” es relativo, por lo tanto partimos cerca de la 7 de la mañana, la ruta estaba mas que tranquila, y entre mate y mate en unas 2hs recorrimos los 150 kilómetros que separan Villa Paranacito de Capital federal.

La entrada al pueblo si bien esta casi toda asfaltada en su ultimo tramos es de tierra, pero en buen estado, detalle que para mi gusto hace mas pintoresca la villa, decidimos recorrer primero el pueblo donde nos abastecimos de pan y carbón, sacamos algunas fotos en la costa del río Paranacito y volvimos a la camioneta para ver cual de los 6 o 7 campings que se encuentran junto a la villa conquistaba nuestro corazón. Luego de ir y venir nos decidimos por “Bonanza”, un pequeño lugar muy tranquilo en donde además de acampar se pueden alquilar dptos estilo bungalow.

Como siempre lo primero es tirar las líneas al agua para ver como viene la mano, en este caso el primero fue Iván, quien logro el primer bagre amarillo antes que pudiera armar la segunda caña.Con algunos bagres amarillos y algunas mojarras le tiramos a los doradillos con líneas de fondo, pero solo logramos sacar más bagres, sobre todo una especie de bagre la cual no recuerdo su nombre pero que creo es algo así como “manduvá” el cual pelea fuertemente. Como la pesca no era de lo mejor, decidí encender el fuego temprano y asar la carne a fuego lento, pero luego de preparar la parrilla y cortar la maderitas del cajón que me regalo en verdulero, acomodar estratégicamente los primeros carbones y los bollitos de papel que iniciarían la ceremonia, justo en ese momento descubro que había olvidado el encendedor y la esencia del momento se desvaneció, pero que no cunda el pánico, como siempre llego mi mujer (Romina) y me dijo “deja que yo te los traigo” y luego de dos largas cuadras de tierra hasta el único almacén de la zona, regreso con la preciada lumbre.

La carne y los chorizos crujían en la parrilla cuando una vecina que descansaba junto a su marido en una casa rodante se acercó a ofrecernos una porción de patí con una salsa que estaba para chuparse los dedos y que nos vino perfecto para picar junto al fuego. Luego de almorzar retornamos a la pesca, pero esta vez con líneas de flote, ya que de fondo solo salían bagres, la enorme boya de madera no tardó demasiado en anunciar el pique que me dio la satisfacción de capturar el primer doradillo. La movida estaba en pescar de flote y así lo hicimos logrando unos 5 0 6 doradillos y una tararira. También saque a pasear algunos señuelos pero sin éxito.

Cuando la noche nos cubrió con sus miles de estrellas retomamos el camino a casa habiendo disfrutado de un hermoso día al aire libre y sumando un nuevo pesquero a la lista el cual recomiendo visitar, estoy seguro que serán recibidos con toda la amabilidad que brindan los pueblos argentinos, sobre todo en el mes de noviembre que se realiza una fiesta nacional con desfile de carrozas náuticas.

Les dejo algunas fotos




Hasta la próxima.

jueves, 16 de septiembre de 2010

ESCAPADITA DE VIERNES!!!!!!

Hola amigos, aquí estoy nuevamente luego de un largo tiempo de no postear nada para contarles la salida de pesca que improvisamos con mi hermano el día viernes, ya que era su ultimo día de vacaciones y los chicos no tenían clases por el día del maestro, la idea era hacer pocos kilómetros y poner un rato en remojo las plomadas que venían disfrutando de un largo descanso.

La salida arrancó a las 6:30 de la mañana del viernes cuando el despertador cumplía con su labor y la pava parecía llamarme desde la cocina, queriendo saltar al fuego para preparar el agua del mate, minutos antes de que mi hermano tocara bocina en la puerta, cargamos la camioneta, los niños corrieron a sus lugares en el asiento trasero para continuar el sueño un ratito mas y así, sin rumbo fijo salimos pa´l norte.

Que linda sorpresa nos aguardaba en la General Paz, la fila de autos se perdía en el horizonte y el avance era casi a paso de hombre, pero no podíamos quejarnos justo nosotros que nos íbamos de pesca, que quedaba para los que iban rumbo al centro para cumplir en el laburo, así que sacamos el mejor aliado en estos casos, el querido mate, y sus súper amigos los bizcochitos de grasa. Lento pero seguro, llegamos a Panamericana y comenzamos a ponerle un poco mas de ritmo al asunto, una ves que pasamos Escobar hicimos una pequeña parada para reabastecernos de lombrices y un par de cañas mojarreras con la idea de que los chicos nos proporcionaran la carnada. Luego de cruzar el puente Zarate Brazo Largo nos desviamos a la derecha para pasar por debajo de este y tomar la misma dirección en la que veníamos pero por el camino de tierra que bordea el canal Gob. Irigoyen donde luego de algo así como tres kilómetros llegamos al camping LA AZULADA donde la ultima ves nos recibieron de maravilla, y donde nuevamente nos sentimos como en casa.

Eran cerca de las nueve de la mañana cuando el primer plomo tocó el agua y no pasaron ni 2 minutos que Iván con sus once años y en su primer salida de pesca ya tenía en el balde el primer bagre amarillo, que en pocos minutos ya estaba acompañado por otro que saco Tomy de siete años con algunas pescas ya en su curriculum, a todo esto yo todavía no podía amar la caña, dado que ellos pescan, pero encarnan, jeje.. (Todo padre que fue de pesca con su hijo sabe bien a que me refiero) así que controle las ansias de tener el nailon en el río y luego de desenganchar y volver a encarnar intercaladamente entre caña y caña durante unos seis o siete bagres todos amarillos, les dije ahora me toca a mí, y delegué las tareas a mi hermano mientras armaba mi caña, que dicho sea de paso tenía un a hermosa galleta en el reel rotativo, recuerdo de la salida anterior. Mientras yo desesperaba en mi lucha, un bagrecito que traía Iván en la línea fue atacado a un metro de la orilla por un dorado que dejo ver su hermoso brillo, ayudado por mi hermano volvió a sumergir el bagre siendo este atacado nuevamente; casi en tiempo record armé mi caña con una línea de fondo con líder y anzuelos grandes y logre hacerme con el primer doradito que sorprendió con la furia y vitalidad de sus saltos y corridas. Los piques se sucedían y pronto Iván logro su primer dorado, imaginen su alegría y emoción, no había forma de sacarlo de la orilla cuando el día anterior aseguraba que la pesca era lo más aburrido que conocía. El tiempo vuela cuando el pique es constante y nos sorprendió el mediodía, sin dejar de pescar prendimos el fuego y dejamos que el carbón hiciera lo suyo para mas tarde tirar en la parrilla unas hamburguesas y tomarnos un merecido descanso para almorzar.

El día comenzó a nublarse y tal como lo predijo el noticiero la tormenta se dejaba ver a lo lejos y el viento comenzó a aumentar dando el aviso de que ya era hora de juntar antes que nos sorprenda el primer chaparrón. A las 16:30 hs dejamos La Azulada en busca de la ruta que nos trajera nuevamente a casa, el saldo total del día fueron unos trece doraditos, un sábalo robado, y aunque perdí la cuenta creo que fueron más de una docena de bagres amarillos.

En conclusión La Azulada es un buen lugar para una escapadita ya que queda a tan solo 90km de capital federal , sus dueños los recibirán con los brazos abiertos y si bien depende de muchos factores el pique fue mas que satisfactorio.


Gracias por leer estas letras.

Saludos.


PD: No tengo manera de explicar la calentura que me agarré cuando descubrí que al salir de casa había olvidado la cajita con los señuelos y cucharas sobre la mesa, era el día perfecto para pasear algunos muñequitos.

Que se le va a hacer, todo no se puede che!!


Les dejo las fotos, que las disfruten.






lunes, 25 de enero de 2010

La Azulada.

Después de dos meses de no tocar una caña ya se nos estaban volando los pajaritos, así que decidimos salir a pescar, la gran pregunta era ¿a dónde? Ya que estaba todo inundando, los ríos fuera de cauce, con el agua sucia, y ni hablemos de la corriente, pero en fin, cuando uno quiere ir a pescar, QUIERE IR y no importa CÓMO ni DONDE, dado que en todos los lugares que buscaba en internet la pesca era casi nula, decidimos no pensar mas y salir hacia Zarate para no hacer demasiados kilómetros, cabe aclarar que en un principio éramos 6 o 7 pescadores y que todos los cobardes se fueron bajando de la salida y terminamos yendo solo mi hermano, mi hijo y quien les narra.
Sábado, 4 am, suena el despertador y reprimo las ganas de explotarlo contra la pared, me encanta la pesca pero esos segundos antes de levantarte son terribles, logro conectar el cerebro con el cuerpo, me visto y hago lo mismo con Tomy que aún está dormido, es una escena que llega a dar lastima y dan ganas de dejarlo durmiendo, pero si no lo llevo me mata. Desayunamos y mientras lo hacemos percibo el olor del café que de madrugada tiene otro sabor porque ese aroma anuncia, como lo hiso siempre, que nos vamos de pesca. Rápidamente tiramos los bártulos en la caja de la chata y con el mate y los biscochos en la mano salimos rumbo al puente Zarate Brazo Largo, hacemos la parada obligada para comparar carnada y seguimos hasta bajar el primer puente donde doblamos a la derecha pasando por debajo del mismo y comenzamos a recorrer el camino de tierra que bordea el canal Irigoyen , el panorama no es el mejor, ya que todos los camping por los que pasamos están cerrados, pero ya estamos acá, así que decidimos seguir para adelante, en busca de algún lugar donde tirar la caña. Fue así como llegamos al camping El Ángel pero al entrar descubrimos que hay demasiada gente y volvemos al camino para ver si encontramos otro más adelante, 15 min después llegamos al camping La Azulada donde sus dueños nos reciben de maravilla y nos hacen sentir como en casa, claro que además de los dueños nos reciben unos 2 millones de mosquitos y tenemos la oportunidad de poner a prueba el OFF de color verde que supera mis expectativas, los mosquitos vuelan a nuestro alrededor pero ninguno se atreve a pararse sobre nosotros (lo recomiendo), de todas maneras media hora más tarde los dueños fumigan todo el lugar por lo que no vemos un solo mosquito hasta las 20hs.
Una vez instalados armamos rápidamente los equipos y lanzamos con varas de 3,5m hasta la mitad del canal, cosa no funcionó en todo el día, pero si se da el pique a unos 10m de la costa, con lo cual si bien los portes son pequeños nos entretenemos todo el día, la pesca del día fue 1 patí, 2 boguitas, 7 doradillos, 8 bagres, un pez que no conozco y mojarras como para hacer dulce, al mediodía hacemos una pausa para prender un fuego y cocinar unas hamburguesas (como no le teníamos mucha fe al tiempo no nos arriesgamos al asadito) y seguimos disfrutando de un día espectacular hasta que cayó el sol y nos marcó la hora de la partida.

En resumen, salimos con el peor de los pronósticos y como no podía ser de otra manera terminamos disfrutando un día único y a tan solo 90 km de bs as.

Se los recomiendo

Me despido con un abrazo y los dejo con las fotos...



Saludos.