jueves, 16 de septiembre de 2010

ESCAPADITA DE VIERNES!!!!!!

Hola amigos, aquí estoy nuevamente luego de un largo tiempo de no postear nada para contarles la salida de pesca que improvisamos con mi hermano el día viernes, ya que era su ultimo día de vacaciones y los chicos no tenían clases por el día del maestro, la idea era hacer pocos kilómetros y poner un rato en remojo las plomadas que venían disfrutando de un largo descanso.

La salida arrancó a las 6:30 de la mañana del viernes cuando el despertador cumplía con su labor y la pava parecía llamarme desde la cocina, queriendo saltar al fuego para preparar el agua del mate, minutos antes de que mi hermano tocara bocina en la puerta, cargamos la camioneta, los niños corrieron a sus lugares en el asiento trasero para continuar el sueño un ratito mas y así, sin rumbo fijo salimos pa´l norte.

Que linda sorpresa nos aguardaba en la General Paz, la fila de autos se perdía en el horizonte y el avance era casi a paso de hombre, pero no podíamos quejarnos justo nosotros que nos íbamos de pesca, que quedaba para los que iban rumbo al centro para cumplir en el laburo, así que sacamos el mejor aliado en estos casos, el querido mate, y sus súper amigos los bizcochitos de grasa. Lento pero seguro, llegamos a Panamericana y comenzamos a ponerle un poco mas de ritmo al asunto, una ves que pasamos Escobar hicimos una pequeña parada para reabastecernos de lombrices y un par de cañas mojarreras con la idea de que los chicos nos proporcionaran la carnada. Luego de cruzar el puente Zarate Brazo Largo nos desviamos a la derecha para pasar por debajo de este y tomar la misma dirección en la que veníamos pero por el camino de tierra que bordea el canal Gob. Irigoyen donde luego de algo así como tres kilómetros llegamos al camping LA AZULADA donde la ultima ves nos recibieron de maravilla, y donde nuevamente nos sentimos como en casa.

Eran cerca de las nueve de la mañana cuando el primer plomo tocó el agua y no pasaron ni 2 minutos que Iván con sus once años y en su primer salida de pesca ya tenía en el balde el primer bagre amarillo, que en pocos minutos ya estaba acompañado por otro que saco Tomy de siete años con algunas pescas ya en su curriculum, a todo esto yo todavía no podía amar la caña, dado que ellos pescan, pero encarnan, jeje.. (Todo padre que fue de pesca con su hijo sabe bien a que me refiero) así que controle las ansias de tener el nailon en el río y luego de desenganchar y volver a encarnar intercaladamente entre caña y caña durante unos seis o siete bagres todos amarillos, les dije ahora me toca a mí, y delegué las tareas a mi hermano mientras armaba mi caña, que dicho sea de paso tenía un a hermosa galleta en el reel rotativo, recuerdo de la salida anterior. Mientras yo desesperaba en mi lucha, un bagrecito que traía Iván en la línea fue atacado a un metro de la orilla por un dorado que dejo ver su hermoso brillo, ayudado por mi hermano volvió a sumergir el bagre siendo este atacado nuevamente; casi en tiempo record armé mi caña con una línea de fondo con líder y anzuelos grandes y logre hacerme con el primer doradito que sorprendió con la furia y vitalidad de sus saltos y corridas. Los piques se sucedían y pronto Iván logro su primer dorado, imaginen su alegría y emoción, no había forma de sacarlo de la orilla cuando el día anterior aseguraba que la pesca era lo más aburrido que conocía. El tiempo vuela cuando el pique es constante y nos sorprendió el mediodía, sin dejar de pescar prendimos el fuego y dejamos que el carbón hiciera lo suyo para mas tarde tirar en la parrilla unas hamburguesas y tomarnos un merecido descanso para almorzar.

El día comenzó a nublarse y tal como lo predijo el noticiero la tormenta se dejaba ver a lo lejos y el viento comenzó a aumentar dando el aviso de que ya era hora de juntar antes que nos sorprenda el primer chaparrón. A las 16:30 hs dejamos La Azulada en busca de la ruta que nos trajera nuevamente a casa, el saldo total del día fueron unos trece doraditos, un sábalo robado, y aunque perdí la cuenta creo que fueron más de una docena de bagres amarillos.

En conclusión La Azulada es un buen lugar para una escapadita ya que queda a tan solo 90km de capital federal , sus dueños los recibirán con los brazos abiertos y si bien depende de muchos factores el pique fue mas que satisfactorio.


Gracias por leer estas letras.

Saludos.


PD: No tengo manera de explicar la calentura que me agarré cuando descubrí que al salir de casa había olvidado la cajita con los señuelos y cucharas sobre la mesa, era el día perfecto para pasear algunos muñequitos.

Que se le va a hacer, todo no se puede che!!


Les dejo las fotos, que las disfruten.