miércoles, 27 de mayo de 2009

Algo para hacer

Como se viene el invierno y la pesca del pejerrey no es de mis favoritas comencé a buscar otras cosas para hacer y así fué como terminé leyendo la nota de cuatro personas que recorriéron el rió Arrecífes hasta su desembocadura en el río Baradero, me gustó mucho la idea y me empezó a picar el bichito, así que desempolvé una pila de revistas Weekend para leer mas sobre el mundo del canotaje. Después de varios días de buscar información tanto en el papel como en la web, decidí que era una buena idea para conocer los hermosos rincones del Delta y de paso buscar nuevos lugares para probar suerte con la caña ya que la pesca está cada vez mas pobre y los lugares muy concurridos.

La imaginación ya comenzó a hacer lo suyo y casi puedo sentir la tranquilidad de esos arroyos inmersos en un silencio casi absoluto interrumpido solo por el cantar de los pájaros y por el relajante sonido del remo en su paso por el agua y eso me llevó a un nuevo sueño, el de recorrer los ríos y arroyos del delta para ir tomando confianza y luego planear un viaje de dos o tres días de travesía. Lo ideal para este tipo de navegación sería uno de los denominados kayak de travesía, pero como su costo es bastante salado y la crisis no lo permite por el momento, así que voy tomar el consejo de la abuela que siempre decía "hago lo que puedo, con lo que tengo" y hoy mismo comencé a restaurar una vieja canoa que descansaba desde hace varios años en el patio de la casa de mis viejos. A simple vista parece solo un pedazo de fibra viejo, despintado, con un sin fin rayones y sirviendo de refuguio de cientos de insectos, pero si para algo tenemos facilidad las personas que vivímos persiguiendo sueños es para ver mas allá de lo que muestran los ojos, en donde algunos ven esa mugre que talvez ya ni flote, yo veo la obra ya terminada, y no solo eso, sino que ya puedo verme navegando en ella, en mi mente ya esta restaurada, ese viejo pedazo de fibra se ha convertido en la esperanza de concretar un sueño.


Basta de chachara y a laburar.

Despues de revisarla descubrí que no está tan mal como yo creía, eso me dió mas fuerzas así que a empezar cuanto antes.







Primero con espátula en mano retiro la pintura suelta y las partes de fibra que nesecitan ser removidas.






Luego de una hora de rasquetear ambos lados y juntar los restos de fibra llegó el momento del baño, asi que cepillo, esponja y a mojarse un poco.

Bueno el sol ya se fué y el frío se esta haciendo sentir, por lo que voy a dejarla secandose hasta mañana.
veremos como sigue. Saludos.

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