Otra vez baradero

Como nos gusto mucho el lugar, decidimos volver a Baradero a pesar que sabíamos que el río estaba muy bajo y la pesca casi nula, pero la idea era pasar el día respirando aire puro y disfrutando del sol, lejos de la locura de esta maldita ciudad.

Así fué que cargamos los bártulos en la chata y antes de la 5 de la mañana ya estábamos en Panamericana desayunando los primeros verdes. Apenas amanecía cuando llegamos a la orilla del Baradero, pero esta vez no ibamos a cruzar, seguimos el camino que bordea el río hacia el sur y nos instalamos a escasos metros de la conocida fábrica Atanor, un lugar hermoso y muy tranquilo. Miéntras se calentaba el agua del mate bajámos y armámos los equipos, no esperábamos pescar mucho,. pero no hay pescador que resista la tentación de poner la linea en agua aunque esté a orillas del Riachuelo.

Como era de esperarse la pesca no fué buena, pero nos mantubo entretenidos, salieron unas palometas, una boguita muy chica, bagres blancos amarillos, un armado, una vieja del agua y una raya. Sin olvidar la cantidad de mojarras que divirtieron a Tomy toda la tarde.

En fin otro día espectacular, un lugar hermoso para disfrutar de la tranquilidad y de acceso público, tambien esta la opción de visitar alguno de los tantos campings y el balneario municipal que cuenta con una laguna artificial con fondo y playas de arena. También recomiendo salir un ratito antes del anochecer para darse una vuelta por el centro y por que no sentarse a comer o tomar algo disfrutando de la belleza que ofrece este pueblo.